Tras varios años de excavaciones, un equipo de arqueólogos franco-egipcio descubrió en Wadi al Jarf, en la costa egipcia del Mar Rojo, a más de 200 kilómetros de El Cairo, los restos del puerto más antiguo de la humanidad.
En concreto, la instalación se usaba hace 4.600 años, durante el
reinado del célebre faraón Keops. De hecho, el puerto sirvió para
aprovisionar la construcción de la Gran Pirámide de Keops.
En el mismo sitio, los arqueólogos hallaron también un vasto archivo de
papiros, también los más antiguos hasta la fecha, y que explican cómo
se construyó el puerto y cuáles eran los materiales que allí se
comercializaban.
“Este hallazgo es importante porque los papiros nos dan una idea de cómo
funcionaba el Estado bajo el reinado de Keops en el momento de la
construcción de la Gran Pirámide”, explica a través de un correo
electrónico Pierre Taller, profesor de la Universidad de la Sorbona
y máximo responsable del equipo de arqueólogos, que resalta que a
través del puerto de Wadi al Jarf se trasladaron a Egipto materiales
como el cobre, necesarios para fabricar las herramientas que se usaron
en la edificación de las pirámides. El reinado del faraón Keops se
extendió entre los años 2580 y 2550 a.C.
“Los papiros incluyen la contabilidad de las herramientas y los
víveres que se distribuían a los hombres que trabajaban para el rey,
indican su procedencia y las instituciones que los distribuían. También
hay diarios de a bordo de los marinos... que varios meses antes de
llegar al Mar Rojo tenían como misión aportar piedras calcáreas de las
canteras de Tura para la pirámide del rey”, agrega el profesor. Desde
mediados de los años cincuenta, se conocía la existencia de un sitio
arqueológico en el lugar. No obstante, la crisis de Suez, interrumpió
los trabajos, que no se reanudaron hasta 2011, y no fue hasta dos años
después que el equipo de arqueólogos fue consciente la importancia de
los restos hallados.
Según el profesor Taller, el puerto de Wadi al Jarf estuvo en
funcionamiento durante un periodo corto de tiempo, como también era
limitado el comercio marítimo en aquella época. “Se trata de una
instalación efectuada por el Estado para permitir a sus equipos viajar e
ir directamente a las minas del Sinaí, al otro lado del golfo de Suez.
Era algo puramente estatal, no había realmente intercambios”, apunta
Taller. El puerto era una impresionante obra de ingeniería, construido
con roca caliza, y contaba con varias construcciones a su alrededor,
probablemente almacenes. Además de los archivos de papiros, los
arqueólogos hallaron una veintena de anclas, y diversos objetos de
cerámica.
Los descubrimientos sobre las primeras dinastías del Antiguo Egipto
se suceden a un ritmo vertiginoso. Esta misma semana, el ministerio de
Antigüedades anunció el hallazgo de una aldea y una necrópolis de hace
más de 5.000 años en Abydos, un sitio arqueológico situado en la sureña
provincia de Sohag. De acuerdo con las autoridades egipcias, se trata de
la residencia de altos funcionarios y arquitectos encargados de la
construcción de las tumbas de los faraones de la Primera Dinastía.
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